Atocha

Formado por las calles que se sitúan entre las estaciones de Ferrocarril de Atocha y Méndez Álvaro, así como la Estación Sur de Autobuses, se podría definir como el centro neurálgico de los transportes por tierra de la capital. La estación de Atocha, levantada a finales del S. XIX, es hoy en día el más importante nudo ferroviario del país, pues no sólo pasan por ella casi todas las líneas de Cercanías, sino que constituye el origen de los más importantes trayectos de larga distancia y AVE. El edificio antiguo de la estación fue remodelado y convertido en invernadero tropical, una especie de oasis de verdor y humedad en medio de la zona de más tránsito de Madrid.

Una zona de paso con personalidad propia. Favorito de los muchos viajeros y personas de paso por la ciudad, este barrio dispone de una personalidad propia que lo convierte en un atractivo destino. A espaldas de la estación de Atocha nace una serie de calles estrechas y tranquilas, de construcción tradicional, seguida de otras zonas más despejadas y modernas, con lo que se amplían las posibilidades de elección a gusto de cada cual. Dotada con todos los servicios necesarios, su cercanía del centro y su evidente buena comunicación son muy atractivas a todos aquellos para quienes zonas más céntricas resultarían excesivamente onerosas.

Cómo es vivir en Atocha. Es vivir en un barrio con solera, con auténtica vida de barrio, pero en el corazón de la ciudad. Libre del bullicio del turismo, está a un paso de la zona de los museos y muy cerca del centro de ocio de la capital, disponiendo además de su propio circuito de locales, tiendas y restaurantes a descubrir. Popular y tranquilo, es perfecta para quienes buscan una opción más económica sin renunciar a las buenas comunicaciones.

Es vivir al lado de cualquier rincón de España. Si necesitas viajar constantemente, este es tu barrio, pues entre las dos estaciones de Ferrocarril, la de Autobuses y el Intercambiador de Cercanías y Urbanos, tienes cubierta la mayor parte, por no decir toda, de destinos del territorio nacional. Una imbatible ventaja en una ciudad en la que el vehículo privado se convierte a menudo en tu peor enemigo.

Un barrio popular pero céntrico, tranquilo pero vivo, tradicional y moderno a un mismo tiempo, donde encontrar el perfecto equilibrio, que tan a menudo escasea, entre la economía y el bienestar. Una zona a descubrir y reivindicar.