Recoletos

Una de las zonas nobles, si no la más, del centro de Madrid, donde el lujo, la prestigio y la cultura se dan la mano. Paraíso tanto para los amantes de las compras más exclusivas como para los adictos a los mejores museos del mundo o los restaurantes más punteros, es la zona perfecta para rodearte de prestigio y vivir en un ambiente de distinción.

El lujo y la cultura en un entorno único. La Biblioteca Nacional o el Museo Arqueológico son sólo unos pocos ejemplos de todo lo que, en el ámbito de la cultura, tenemos para recorrer en este barrio privilegiado, situado en el distrito de Salamanca. Céntrico, muy bien comunicado por Metro, autobús o Cercanías, su ubicación sería por sí sola un gran valor. Si añadimos a esto su arquitectura, noble y decimonónica, de bellísima construcción, lo exclusivo del vecindario o lo prestigioso de los locales y negocios allí alojados, entendemos por qué es una zona cuya demanda, pese a todo, continúa aumentando.

Cómo es vivir en Recoletos. Es vivir en el centro del lujo. Y lo exclusivo, claro está, tiene un precio, lo cual convierte a este barrio en no apto para bolsillos modestos. Ahora bien, si lo que estás buscando es rodearte de un valor añadido, esta es tu zona. Aquí dispondrás de todo lo necesario para la buena vida, estando, además, a un agradable paseo del centro de Madrid. Si de paseos hablamos, ninguno más agradable que el descenso del eje Castellana-Recoletos después de haber cenado en alguno de los fantásticos restaurantes de la zona.

Es vivir a un paso de toda la riqueza cultural de la capital. En el propio barrio dispones de magníficos museos como el ya citado Museo Arqueológico, pero es que, un poquito más allá, apenas a un paso, se encuentran el Museo del Prado y el Museo Nacional de Antropología, así como el imprescindible Jardín Botánico. Además, el barrio linda por el sur con el Parque del Retiro, pulmón verde de la ciudad y hervidero de actividades culturales y de ocio.

Recoletos es el prototipo de barrio típico de un ensanche urbano. Un barrio residencial que se construyó para ser aristocrático, atravesado por despejadas avenidas con tiendas y comercios de lujo, y maravillosos palacetes de señoriales fachadas, impresionantes patios y notables puertas de acceso de madera noble, que conservan todo el esplendor de los buenos viejos tiempos.