La Font de la Guatlla

La pequeña franja de terreno que corre paralela a la Gran Via, entre las plazas de Espanya y Cerdà, contiene zonas tan diferentes entre sí que parece formar una división administrativa por puro capricho. Junto a la ladera noroeste de Montjuïc, sobrevivientes de un proyecto inicial de ciudad jardín, un grupo de casas bajas en calles con nombre de flor. En el lado de la Gran Via, edificios altos de viviendas en calles con los nombres de dos caudillos que combatieron a los romanos y un emperador, en consonancia con lo dispar del barrio. Y por último, el conjunto de la antigua fábrica Casarramona, rehabilitado para albergar la Fundación "Caixa Fòrum".

Montjuïc y la cultura. La fábrica de ladrillo visto y su vecino de la acera de enfrente, el Pabellón de Alemania en la Exposición de 1929, de Mies van der Rohe, son los representantes en la zona de las dos caras del urbanismo barcelonés, la fantasiosa y la racionalista. El "Caixa Fòrum", cuyo edificio original fue proyectado por Puig i Cadafalch, tiene más que ver más con los numerosos centros de cultura desplegados por las faldas de Montjuic que con la Font de La Guatlla.

Montjuïc y la montaña. En los años 90, gracias a las mejoras que los Juegos Olímpicos trajeron al parque, se encontró el modo de unir la ciudad jardín y la montaña con los edificios de la Gran Via que les daban la espalda. La solución fue El Parque de la Font Florida, una plaza arbolada donde se eleva el talud hasta enlazar con el perfil del monte, a cuyo abrigo crecen chopos, eucaliptos y el arbusto mediterráneo de la retama.

El barrio. Caminando por la Gran Via en dirección a la Plaça de Espanya, los bloques de viviendas que quedan a la derecha y pertenecen a la Font de La Guatlla tienen el mismo aspecto de barrio popular que los de enfrente, situados en Hostafrancs. Los indicadores socioeconómicos del barrio son equiparables en todo a los del conjunto del distrito de Sants – Montjuïc. Los equipamientos escasean, pero la oferta aumenta si se consideran las zonas cercanas. Lo mismo vale para el transporte. Muchas líneas de autobús recorren la Gran Via, pero el metro y el Ferrocarril de la Generalitat hay que ir a tomarlos a la Plaça de Espanya.

Ventajas… Vivir junto a Montjuïc tiene muchos alicientes, sea la posibilidad de practicar deporte, asistir a alguna de las infinitas convocatorias de ocio que allí se ofrecen o pasear al perro por la montaña sin salir del barrio.

… y desventajas. A pesar de que va mejorando, la Gran Via en este tramo sigue siendo un vecino ruidoso y algo desconsiderado.