El Barri Gòtic

El centro de la ciudad romana de Barcino estaba en lo alto del monte Tàber, donde venían a converger las dos calles más importantes, Cardo y Decumanus, cerca del templo de Augusto. Un núcleo histórico que coincide con los límites actuales del Barri Gòtic y que ha sido siempre el asiento de la representación política e institucional. Aquí residían los monarcas catalano-aragoneses, en el sobrio y elegantísimo conjunto gótico de la plaça del Rei, y aquí se encuentran el Ajuntament y el Palau de la Generalitat, sede de la Presidencia y el Gobierno de Cataluña.

El centro del comercio en Barcelona. El extraordinario valor del patrimonio que se concentra en el Barri Gótic ha propiciado su especialización en el sector terciario. En estas calles donde se alternan sin orden palacios medievales, monumentos históricos, museos y viviendas, el único denominador común es el comercio, hasta el punto de que no hay otro foco de actividad minorista más importante en toda Barcelona.

Un barrio con menos territorio y más diversidad. En la estrecha franja de terreno comprendida entre la via Laietana y la Rambla, el Gótico contiene lo que fueron en tiempos otros siete barrios, cada uno con su carácter propio. El conjunto comparte en el plano un trazado laberíntico que se traduce a escala real en calles angostas, peatonales en su mayoría, jalonadas de plazas y espacios abiertos, con un ambiente animado en el núcleo turístico y más tranquilo a medida que se deja atrás.

Debido al carácter heterogéneo del barrio, la vecindad es también muy diversa. Popular en algunas zonas, con población tanto autóctona como emigrada del Magreb o Pakistán. De clase media en otras, cada vez más amplias por el regreso de las familias acomodadas al centro urbano de donde se marcharon en décadas anteriores, y al atractivo que tiene para los profesionales extranjeros llegados sobre todo de Italia, Francia, Alemania y Reino Unido.

Lo mismo puede decirse de la seguridad, que va por zonas, aunque en general tienen más que temer los turistas, víctimas habituales de la pequeña delincuencia, que los residentes.

Las ventajas del Barri Gòtic… La mayor de todas es el estilo de vida mediterráneo del que sin duda ya disfrutaban los romanos de Barcino. En el Gòtic se vive en la calle, y la oferta de restauración no tiene nada que envidiar a las mejores zonas de la ciudad.

…y los inconvenientes. Lo bueno de este vecindario es que los inconvenientes son evitables. Basta con elegir una zona ligeramente apartada del turismo masivo para huir del ruido e instalarse si es posible en un piso alto para tener luz.